
Son muchas las pequeñas poblaciones o las viviendas aisladas que se decantan por las fosas sépticas como solución para el tratamiento de sus aguas residuales domésticas, sobre todo, atraídas por su consumo energético nulo, sus reducidos costes de inversión, su sencilla construcción–pueden instalarse unidades prefabricadas- y aparentemente, escaso mantenimiento.
Sin embargo, el tratamiento que ofrecen las fosas sépticas no es tan completo y eficaz como el de otros sistemas, y los costes de mantenimiento, si se analizan en profundidad, no son tan reducidos como parece a simple vista. A éstas, hay que sumar otras desventajas como la generación de malos olores, si no se mantienen adecuadamente, y el riesgo de vertidos por exceso de caudal, limpieza y/o transporte inadecuado, que ponen en duda la efectividad de esta solución frente a otras existentes en el mercado.
¿Qué es una fosa séptica?
Es un dispositivo que se instala bajo tierra con el objetivo de eliminar los sólidos presentes en el agua. Por un lado, separa los sólidos flotantes en la superficie, incluidos aceites y grasas, y por otro, los sólidos sedimentables que se acumulan en el fondo.
Se emplea normalmente como tratamiento único de depuración en poblaciones menores a 250 habitantes o como etapa previa a otros sistemas en localidades menores de 1.000 habitantes. De hecho, uno de sus principales inconvenientes es su bajo rendimiento en cuanto a la reducción de carga orgánica y el abatimiento de patógenos, implicando la necesidad de efectuar tratamientos posteriores.
Si bien es cierto que las fosas sépticas tienen un bajo impacto visual y sonoro al estar soterradas, no así olfativo, por lo que conviene dotar de filtros a las chimeneas de ventilación. Además, aunque sus equipos no sufren averías al carecer de elementos electromecánicos -lo que simplifica su mantenimiento-, sí exigen una limpieza periódica para retirar los flotantes acumulados en la superficie o los fangos en el fondo. Dicha limpieza debe ser desarrollada por una empresa especializada y si no se efectúa adecuadamente y con la periodicidad estipulada, puede conllevar riesgos de malos olores e incluso provocar vertidos dañinos para el medio ambiente.
Además, los residuos resultantes del vaciado de la fosa séptica deben de ser conducidos en un transporte especializado, y en función de su calidad, a un vertedero, planta de compostaje o punto de aplicación del fango lo cual encarece los costes de depuración a largo plazo.
Con la instalación de las plantas depuradoras de SMA, se consigue, sin embargo, un tratamiento completo y eficaz de las aguas residuales domésticas, al mismo tiempo que se ahorran todos estos pasos intermedios y los posibles problemas de vertidos.
Un artículo muy bueno y completísimo, me ha encantado. Desconocía algunos aspectos de este tipo de dispositivos como son las fosas sépticas, las cuales para limpiarlas hay que seguir un riguroso protocolo de seguridad para evitar accidentes, me ha servido de mucho su información. Gracias por compartir. Un saludo!
¡Gracias Mónica, por tu comentario! Nos alegramos de que te haya sido útil. ¡Un saludo!
Me gusto mucho el articulo , siempre es bueno tener conocimiento de lo que se refiere y lo importante que puede llegar hacer una fosa séptica y recordar siempre un buen mantenimiento para no dañar el medio ambiente.
Saludos Cordiales.
La limpieza de fosas sépticas requiere de mucha experiencia y medidas de seguridad rigurosas que solo un experto es capaz de realizar sin peligro y de una manera eficaz, segura y rápida. Gran articulo. Un saludo!