El pasado mes de septiembre el Ayuntamiento de París hacía una petición bajo el título “Llamamiento a las ciudades a favor de la Economía Circular”, una llamada a la que ya han acudido, mediante la firma de un acuerdo común, alguna de las principales ciudades europeas.
El objetivo de este acuerdo es implementar una transformación del modelo económico actual. El origen de este cambio estriba en que el modelo de economía lineal ya no tiene cabida en el mundo actual, por lo que ha quedado demostrado la necesidad de avanzar hacia una economía circular, basada en el principio de “cierre del ciclo de vida” de los productos, servicios, residuos, materiales, agua y energía.
El acuerdo, al que se han suscrito ya las ciudades de Ámsterdam, Copenhague y Londres, busca desarrollar, conjuntamente, proyectos que pongan en marcha esta visión, dando prioridad a la reducción de las cantidades actuales de residuos, y buscando una gestión más sostenible de los recursos. Así lo comentó Matthew Pencharz, concejal de Medio Ambiente y Energía de Londres: “Este acuerdo ayudará a desarrollar proyectos sostenibles que impulsarán la economía verde”.
Objetivos de la transformación hacia una economía circular:
- Luchar contra el cambio climático y los impactos ambientales.
- Fomentar la concienciación y sensibilización por parte de los ciudadanos.
- Desarrollar políticas concretas y ambiciosas a favor de la economía circular mediante objetivos enfocados a conseguir el vertido cero, el reciclaje, la reducción de los desechos, ecodiseño, y preparación para la reutilización.
- Incentivar la cooperación y compartir experiencias de éxito con otras ciudades.
- Señalar las consecuencias que supondría un cambio de modelo hacia una economía circular en términos de emisiones de gases de efecto invernadero.
En este ámbito se sitúa el trabajo de SMA, que aboga por la depuración sostenible de las aguas residuales, a través de depuradoras basadas en principios biológicos, que no generen residuos ni gasto energético para su mantenimiento. Asimismo, SMA desarrolla su actividad bajo principios medioambientales, por lo que los sistemas de depuración son puestos en marcha sin producir impacto paisajístico ni alterar el ecosistema natural. De este modo, se observa cómo la filosofía de la economía circular es aplicable al sector de la reutilización y depuración de aguas residuales.
Pero, ¿qué entendemos por economía circular? La economía circular se base en el ciclo continuo de desarrollo, cuyo objetivo es conservar y mejorar el capital natural y reducir los riesgos económicos, sociales y medioambientales, al basar su funcionamiento en la reutilización y cierre de ciclo de vida de recursos. En este sentido, la economía circular busca que los recursos y productos mantengan su valor útil durante todo el proceso. Se trata así de una economía de carácter regenerativo, en el que se producen bienes y servicios al mismo tiempo que se reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Es, por tanto, una economía eficiente en el uso de los recursos.
Beneficios de la economía circular:
- Fomenta el empleo local y desarrollo de negocios verdes.
- Contribuye a la seguridad del suministro de recursos esenciales y a la reindustrialización del territorio nacional.
- Apuesta por el reciclaje de residuos para la transformación de esos recursos utilizados en nuevas materias primas.
Principios de la economía circular:
- La eco-concepción: Antes de comenzar el proceso productivo, se valoran los posibles impactos medioambientales.
- Ecología industrial y territorial: La organización industrial se pone en marcha basándose en el principio de optimización de stocks, flujos de materiales, energía y servicios.
- Economía de la “funcionalidad”: Dar más importancia al uso que a la posesión, a la venta de un servicio frente a un bien.
- El segundo uso y la reutilización: reutilizar los residuos con funcionalidad para el desarrollo de nuevos productos y reintroducir productos válidos, pero que no atienden ya a las necesidades para las que fueron concebidos. Asimismo, la economía circular tiene en cuenta la reparación, reciclaje y valorización como procedimientos para asegurar la segunda vida de determinados productos o residuos.
Y es en esta línea hacia donde se trabaja en la actualidad, para conseguir «Una Europa que utilice eficazmente los recursos», tal y como señala la estrategia Europa 2020 de la Unión Europea.