Las nuevas tecnologías y el papel decisivo de la conexión a Internet llegaron para quedarse y transformar no sólo los modos de vida, sino también los flujos del trabajo y de la economía. Uno de los conceptos clave en este proceso de transformación hacia el mundo digital ha sido el Big Data, la capacidad de recibir, computar y analizar cientos de datos en tiempo real, y de una manera automatizada.
En el sector de la depuración de aguas residuales se ha producido un interesante avance en la inclusión de esta tecnología digital, permitiendo numerosas innovaciones y mejoras en los procesos de depuración y tratamiento de aguas residuales, todas ellas dirigidas a la máxima optimización de recursos. De este modo, el Big Data permite obtener los datos en tiempo real de los procesos de tratamiento y depuración de agua, haciendo más eficiente y avanzado el proceso al poder evaluar los resultados de manera continuado y online. Parte de estas innovaciones se han desarrollado gracias a la implantación de sensores capaces de obtener dichas mediciones: datos sobre caudales, temperaturas, gastos de energía, sustancias en las aguas… son capaces de ser recogidos y procesados por estos mecanismos. De este modo, la “avalancha” de información permite modificar los procesos, controlar y corregir procedimientos, aportando un valor añadido a todos los operadores encargados del control de sistemas EDAR u otras plantas depuradoras.
Estas mejoras se aplican tanto al proceso de tratamiento de aguas residuales, como a todos sus procesos asociados, lo que ha permitido una transformación de la concepción de la antigua máquina depuradora hacia un sistema integral de gestión y tratamiento, donde se cumplen los ciclos y los recursos son aprovechados al máximo. Asimismo, la implementación del Big Data podría aplicarse a otros aspectos fundamentales, como el uso de energía para poner en marcha el sistema de depuración, buscando así el ahorro de costes a través de una máxima optimización y eficiencia energética.
Dispositivos inteligentes
La aplicación del Big Data a numerosos dispositivos ha permitido, por otro lado, mejorar la eficiencia en la gestión del agua. De hecho, muchos gestores públicos y privados pueden a día de hoy conocer a futuro la demanda de agua de una ciudad, gracias a sensores y medidores que permiten obtener datos predictivos en función del uso y gasto de agua de los ciudadanos; o controlar posibles fugas gracias a los datos recogidos en tiempo real. Una información de suma importancia sobre todo en zonas donde se produzcan importantes temporadas de escasas lluvias o en circunstancias de grave sequía.
Del mismo modo, el Big Data se aplica ya también en el paso siguiente a la depuración de aguas residuales: la reutilización del agua tratada. Por ejemplo, en el caso del agua depurada dirigida a las explotaciones agrícolas: son numerosas las compañías que han diseñado ya sistemas para el control del agua depurada para uso agrícola, a través de sensores localizados en las plantas o explotaciones que aseguran una gestión inteligente del riego y un consumo más eficiente.
También en el hogar se aplica ya el Big Data para controlar consumos de agua. En este sentido, se habla de los denominados “contadores inteligentes”, que se han comenzado a instalar en los últimos tiempos y que aportan información sobre consumo de agua doméstica a las compañías de agua, permitiendo, por ejemplo, corregir malos hábitos en hogares con un consumo muy elevado del recurso líquido u optimizar el consumo para que la factura se adapte a las necesidades o posibilidades de cada hogar.
El Big Data es, por tanto, un aliado más para el tratamiento y gestión del agua, para el que sin duda es necesario una apuesta por la inversión en I+D+i en el sector de la depuración de las aguas residuales. En este sentido, SMA participa en varios proyectos de investigación cuyo objetivo final es siempre mejorar la eficacia de los sistemas y procesos hacia modelos más sostenibles y optimizados, a la vanguardia de nuestro sector.