Fernando Morcillo es el presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), asociación profesional sin ánimo de lucro para la promoción y el desarrollo de los aspectos científicos, técnicos, administrativos y legales de los servicios urbanos de abastecimiento de agua y saneamiento en nuestro país. Más de 300 entidades que dan servicio a más de 35 millones de habitantes en 1.700 municipios forman parte de esta asociación cuya actividad no para entre nuevos proyectos, acuerdos, investigación… SMA ha querido entrevistarle para conocer su valoración del estado actual del abastecimiento y saneamiento en España, aprovechando la publicación del XIV Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2016.
¿Qué destacaría del modelo de gestión público-privada del agua en España?
Es un modelo de gran tradición, que casi se remonta a la fecha de promulgación de la pionera e histórica Ley de Aguas de 1879. Hoy, prácticamente la mitad de la población española está abastecida por entidades y empresas públicas y la otra mitad por empresas privadas, reguladas por la administración pública local. Por su parte, las empresas mixtas atienden al 22% de la población y son un buen ejemplo de la colaboración público-privada en donde las administraciones locales tienen la posibilidad de ampliar su responsabilidad como propietarios de la unidad operativa o ejecutora.
La tecnificación, la alta especialización y la continua innovación que requieren estos servicios hacen imprescindible el concurso, apoyo o participación del sector privado, cualquiera sea la fórmula de intervención: contratos de ingeniería, construcción, explotación de servicios, supervisión o soporte del seguimiento y control, concesiones ─con mayor o menor integración, o con requisitos de inversión─ a largo plazo, o sociedades de capital público-privado.
Desde AEAS solemos decir que disponemos de un saludable equilibrio entre los diferentes modelos de desarrollo de la gestión de los servicios y ello permite mantener estímulos positivos en nuestro quehacer, en base a poder replicar las mejores prácticas que cada modelo individual encuentra como más idóneas.
Tras conocer el XIV Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2016, ¿cuáles son los retos más inmediatos en el sector del agua en España?
Recientemente hemos trasladado a nuestras autoridades, e intentamos divulgarlo entre la ciudadanía, tres cuestiones básicas: Por un lado, la necesidad de desarrollar un adecuado volumen de inversión sostenida, no solo para cumplir con el déficit que existe en depuración de aguas residuales, sino para ir renovando con la máxima eficiencia y rigor el gran patrimonio de infraestructuras en las que soportamos los servicios públicos del ciclo urbano del agua. Aquí las colaboraciones público-privadas deben jugar un papel relevante.
Por otro, el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua (DMA) en lo que respecta a la “cobertura de costes” de los servicios. Nuestra experiencia profesional, y siguiendo modelos europeos, nos indica que es más efectivo y justo socialmente que ello se haga apoyándose en los mecanismos tarifarios, donde la progresividad del precio respecto del consumo asegura una mejor distribución de los esfuerzos del ciudadano y un uso responsable de este recurso escaso. Finalmente, aconsejamos el establecimiento de un “regulador” general para disponer del soporte normativo, la eficacia y la necesaria independencia técnica que requerirá la formulación de los programas enfocados a resolver las dos demandas citadas anteriormente. El regulador debe armonizar los niveles de prestación de los servicios, las estructuras tarifarias, la transparencia, la involucración y participación de la ciudadanía, buscando siempre la eficiencia en el desempeño de estos servicios públicos. Este potencial Regulador, basado en criterios técnicos independientes, rigurosos y transparentes podrá emplear procedimientos como la comparación entre indicadores y grados de cumplimiento de hitos y metas como acicate para favorecer la competencia y optimizar el desempeño de los servicios de agua urbana, y contribuirá a la seguridad jurídica de los actores involucrados.
Y a nivel europeo, ¿Cuál es el estado actual de la aplicación de la Directiva Marco de Agua?
Las cuestiones planteadas por nuestros colegas europeos son similares. Además, podemos hablar del desarrollo de las acciones contenidas en el Blue Print, como documento de reflexión posterior a la DMA:
- Control de la contaminación en origen, particularmente en lo que viene denominándose contaminación “emergente”, en donde se destacan los microcontaminantes, los fármacos, los cosméticos, o los pesticidas, entre otros.
- Eficiencia en el uso del recurso agua y en el aprovechamiento de los productos que puede arrastrar. Tiene mucho que ver con el concepto de “economía circular”.
- Resiliencia de los sistemas y los servicios. Es decir, los elementos y procedimientos de seguridad que deben habilitarse tanto para asegurar la continuidad de estos servicios, tan vitales, en condiciones de evolución programada, como para garantizar su respuesta ante situaciones extraordinarias, como el cambio climático.
Hablando de economía circular, ¿se están aplicando ya los principios de este modelo en nuestro sector?
Si consideramos la economía circular como aquella que pretende mantener el valor de los productos y las materias el mayor tiempo posible, basada en el eco-diseño, la reducción de residuos y en nuevos modelos de consumo, podemos priorizar tres aspectos: la reutilización directa de las aguas usadas, previamente regeneradas; el aprovechamiento de elementos nutrientes (Fósforo, Nitrógeno, Materia Orgánica estabilizada) que transporta el agua residual, o usada, en las ciudades y la industria; la obtención de los potenciales energéticos (temperatura, altura-presión, velocidad, salinidad, etc.). En todas ellas trabaja el sector español, con buen aprovechamiento y ejemplos de buenas prácticas, siendo líderes europeos en la reutilización directa de aguas regeneradas, alcanzando un aprovechamiento de casi 400 hm³ anuales, lo que representa el 9% de las aguas residuales depuradas.
Recién presentado también el informe “Sostenibilidad social en el sector del agua urbana: situación y recomendaciones”, ¿qué mecanismos sociales deben ponerse en marcha para que haya una sostenibilidad social plena?
Debemos partir del Derecho Humano al Agua y de las condiciones que, a nivel mundial, ha establecido la ONU, en particular el concepto de asequibilidad. En España, el agua supone un gasto familiar medio del 0,9% respecto al total, afortunadamente muy lejos del 3% que recomienda la ONU. Pero la coyuntura económico-social hace que algunas familias desfavorecidas tengan dificultades para atender al pago de estos servicios.
Al ser la gestión del agua urbana competencia municipal, los mecanismos de acción social son muy heterogéneos. Tanto los criterios de acceso, como la cuantía y el método de aplicación de las ayudas son establecidos siguiendo los criterios de cada municipio.
¿Cuáles son estos mecanismos?
Los mecanismos de acción social que emplean los operadores, existen en nuestros servicios desde hace años. Anteriormente consistían en bonificaciones orientadas mayoritariamente a atender a colectivos específicos como jubilados, familias numerosas o similares. Sin embargo, con motivo de la crisis económica de los últimos años, se han incrementado las ayudas motivadas por razones de renta económica.
Estos mecanismos se clasifican en dos tipos: bonificación prefijada en la estructura tarifaria y los denominados “fondos de solidaridad”. Mientras que la bonificación en la estructura tarifaria es fijada en las ordenanzas municipales o reglamentos normativos -mecanismo de acción social clásico- el fondo de solidaridad es un mecanismo de acción social alternativo – de nueva creación- no asociado a la propia estructura tarifaria, que responde fundamentalmente a criterios de renta y que puede nutrirse de diferentes fuentes presupuestarias.
Como sector nos gustaría ayudar a los ayuntamientos ─a quienes corresponde decidir sobre las políticas de acción social─ y a tal fin AEAS se ha ofrecido a la FEMP para precisar y armonizar las estructuras de estas ayudas, para optimizarlas, generalizarlas y que fueran más efectivas, inmediatas y útiles con el objetivo de asegurar el derecho humano al agua de cualquier persona.
De los últimos avances en innovación, ¿cuál destacaría?
Nuestra actividad es muy multidisciplinar y es difícil resumir los importantes esfuerzos en innovación aplicada y resultados prácticos. Por ejemplo, hay que destacar la generalización de los Planes de Emergencia y de Sequía, los Planes Sanitarios y la Certificación en procedimientos de calidad del agua apta para consumo y su control, la sectorización de las redes de abastecimiento, los nuevos procedimientos de detección de fugas y el uso inteligente de contadores electrónicos que permiten la medida a distancia y aportan valor añadido a algunos usuarios. En el campo del saneamiento destaca la modelización de las redes de alcantarillado y su telemedida y telemando, la evolución de las Tecnologías Sin Zanja para renovar tuberías, el empleo de membranas en la depuración de residuales o los avances en los procesos Anaeróbicos. También, el uso de nuevos materiales y novedosas membranas de osmosis inversa o micro y ultra filtración para optimizar la desalación y la regeneración, o las técnicas de desinfección por ultravioleta para las aguas regeneradas. Asimismo, cabe resaltar la evolución de los aprovechamientos energéticos (microturbinas hidráulicas, motores de biogás, equipamientos electro-mecánicos de alta eficiencia) por la vía del ahorro y la optimización pero también de la generación energética.
No podemos olvidar todas las nuevas tecnologías basadas en el desarrollo de las TIC, del bigdata, de los Sistemas de Información Geográfica o de los SCADA y las capacidades de mejora que introducen en la interrelación con los clientes, usuarios y ciudadanía en general (avisos, APPs, disponibilidad de información personalizada, transparencia).
En definitiva, un “caudal de innovación” como destaca el lema de nuestra asociación desde hace más de tres años.